domingo, 25 de octubre de 2009

Tiza y Baston

Daniel Viglietti compuso esta canción en honor a Elena y su madre la Tota Quinteros.

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    TIZA Y BASTÓN
    A Tota y Elena canto
    con emoción contenida,
    con la tiza y el cuaderno
    soñaban cambiar la vida.

    Maestras de vocación
    en diferentes estambres,
    sopa de letras sembraron
    en las infancias con hambre.

    Elena tuvo en el vientre
    a su madre sin saberlo,
    utópico el embarazo
    hay que creer para verlo.

    Conciencia dio con su ejemplo
    de maestra y militante,
    si no es verdad lo que digo
    que venga otro y que lo cante.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc, toc, dice el bastón,
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    A Elena se la llevaron
    los buitres entre las garras,
    la Tota empezó a buscarla,
    a morir sin encontrarla.

    En el arte de la fuga
    Elena arriesgó sus pasos,
    asilo venezolano,
    Bolívar le abrió los brazos.

    Los verdugos invadieron
    espacio de un pueblo hermano,
    de nuevo la secuestraron,
    callando murió en sus manos.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc toc, dice el bastón,
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    Se sabe que nada dijo
    en medio de los martirios,
    soñaba cambiar la vida
    empezando por los niños.

    Hoy nace una escuela nueva,
    los niños le dan su nombre
    y la recuerdan felices,
    que nadie de esto se asombre.

    Porque las Quintero fueron
    luminosas en su historia,
    compañeras entrañables,
    fundadoras de memoria.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc toc, dice el bastón
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    A Tota y Elena canto
    con emoción contenida,
    con tiza y bastón gritando:
    ¡viva América Latina!





sábado, 10 de octubre de 2009

Canción de Daniel Viglietti




    TIZA Y BASTÓN
    A Tota y Elena canto
    con emoción contenida,
    con la tiza y el cuaderno
    soñaban cambiar la vida.

    Maestras de vocación
    en diferentes estambres,
    sopa de letras sembraron
    en las infancias con hambre.

    Elena tuvo en el vientre
    a su madre sin saberlo,
    utópico el embarazo
    hay que creer para verlo.

    Conciencia dio con su ejemplo
    de maestra y militante,
    si no es verdad lo que digo
    que venga otro y que lo cante.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc, toc, dice el bastón,
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    A Elena se la llevaron
    los buitres entre las garras,
    la Tota empezó a buscarla,
    a morir sin encontrarla.

    En el arte de la fuga
    Elena arriesgó sus pasos,
    asilo venezolano,
    Bolívar le abrió los brazos.

    Los verdugos invadieron
    espacio de un pueblo hermano,
    de nuevo la secuestraron,
    callando murió en sus manos.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc toc, dice el bastón,
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    Se sabe que nada dijo
    en medio de los martirios,
    soñaba cambiar la vida
    empezando por los niños.

    Hoy nace una escuela nueva,
    los niños le dan su nombre
    y la recuerdan felices,
    que nadie de esto se asombre.

    Porque las Quintero fueron
    luminosas en su historia,
    compañeras entrañables,
    fundadoras de memoria.

    Tiz tiz, canta la tiza
    de la señorita Elena,
    los niños alzan la mano
    y alejan todas las penas.

    Toc toc, dice el bastón
    y es la Tota que camina,
    alerta con estas madres,
    son de América Latina.

    A Tota y Elena canto
    con emoción contenida,
    con tiza y bastón gritando:
    ¡viva América Latina!